Siendo mayor mi madre me contó que al nacer y tenerme en brazos sintió este mensaje: “no es tuya, te la hemos dejado para que la cuides”. Al contarme esto, algo en mi empezó a moverse profundamente, sintiendo la verdad en sus palabras. Un reconocimiento de TODO mi camino.

De pequeña ya mostraba un gran interés en la danza, el arte y la música, una admiración e inspiración al ver las personas expresarse desde su verdad.

A los 13 años empecé a hacer yoga con mi mejor amiga y ahí mi cuerpo y mi camino de consciencia empezó a abrirse.

Desde siempre he tenido una sensibilidad, curiosidad y empatía profunda por otros seres, y eso fue el inicio de mi impulso a estudiar psicología.

Al segundo año de carrera, sentía que el formato y el desde dónde, estaban a medio camino de lo que buscaba, y empecé a estudiar ayurveda, alimentación y muchas otras cosas de forma autodidacta en mis ratos libres. Hasta que un día llegué con 20 años al primer taller intensivo de crecimiento personal que me cambió la vida y pude entender que mi niña interna estaba llena de sufrimiento y que necesitaba cambios profundos desde el interior.

Ahí surge uno de mis grandes valores, y es que como terapeutas necesitamos conocernos y sanar nuestras heridas para poder acompañar no solo desde la mente, sino también con corazón y desde la experiencia viva y profunda.

A partir de este punto de inflexión, me formé en Rebirthing, arquetipos femeninos, danza de los infinitos, reiki, masaje, yoga, coaching, danza contemporánea e india, respiración ovárica, terapias energéticas… y aquí sigo en ese infinito camino de seguir aprendiendo de la vida y de otras terapias que me permiten acompañar de forma integrada y holística a cada ser.

Más abajo te cuento algunas de las formaciones que han sido más importantes en mi camino.

En 2018 en medio de una relación tóxica, un trabajo que no me satisfacía y perdiendo las ganas de vivir, decidí dejarlo todo y me fui de viaje iniciático a la India sin ticket de vuelta y fue uno de los viajes más transformadores que he vivido. Me llenó de presencia, de aprendizajes, de experiencias, de colores, de danzas, de olores, de espiritualidad, de conexión, de magia… y pude recordar memorias ancestrales y la potencia de mi intuición.

En ese instante nació mi proyecto Latiendo en Espiral, este lugar en el que me dedico en cuerpo y alma a acompañarte a través de un viaje amoroso y profundo hacia tu interior, hacia la recuperación de tu esencia.

Y en este camino de devoción profundo llamado vida sigo encontrándome con crisis, cambios profundos, crecimiento, transformación e integración y es desde aquí que quiero acompañarte. Desde el amor, la humildad, la cercanía, la dulzura, la honestidad e integrando nuestra humanidad. El regalo preciado que nos conecta y nos da la oportunidad de seguir evolucionando.

Estamos construyendo un nuevo camino que se hace al andar,

que late en espiral hacia el infinito

Gracias por estar aquí